Estaba yo reflexionando una noche de estas cuando por mas cansada que estás no logras conciliar el sueño, y es que los pensamientos invaden tu mente sin permiso, están ahí y por mas que los quieres sacar no puedes, entonces fue cuando tendida sobre mi cama recordé una conversación que había tenido hacia dos días con una amiga. Sabias que estoy tan gorda, me dijo yo le conteste – yo también estoy gordísima, no me valen las dietas y estoy tan ocupada para ir al gimnasio, entonces fue cuando me di cuenta que como si fuera algún patrón o conducta obligada todas estábamos en lo mismo, preocupándonos mas por nuestra apariencia física, nuestra alimentación corporal que por nuestro alimento espiritual e interno, por ejercitar nuestra alma y por tener en forma nuestros corazones. Fue cuando esa misma noche entendí que no importa que tan delgada estés o que tan “pasada de peso” cada ser humano es único e individual. Haz dietas para tener en forma tu alma, descarta esos alimentos que hacen daño a tu corazón y te darás cuenta entonces, que no hay mejor manera de verse bien sino es verse bien uno mismo. Dulces sueños..
0 comentarios:
Publicar un comentario